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sábado, 24 de diciembre de 2011

Veinticuatro.

 ¿No te pasa que hay días de los que no esperas nada, y al final resultan ser especiales? Es verdad que cuando te levantas de la cama nunca sabes cómo acabará el día, pero siempre tienes una ligera idea de lo que harás, de a quién verás. Yo me refiero a que hay días en los que, especialmente, crees saber que no ocurrirá nada que los haga especiales, y...no acaban siendo así. Yo creía que sería un domingo cualquiera. Familiar. Nostálgico al saber que volvería al sitio que nos vio mirarnos como lo hacíamos. Donde todo empezó. De donde nunca deberíamos haber salido para quedarnos juntos siempre. Y la ventanilla del coche lloraba conmigo al pasar por allí y saber que no estarías. Que ya nada era como era en un pasado cercano. Pero allí estabas y mis piernas dejaron de responder. Y siguieron sin hacerlo cuando tu saludo, lleno de frialdad, me hizo sentirme el ser más pequeño e insignificante del planeta. Y de creer que no te vería, que sería un día de recuerdos con mi mente y yo a solas, pasé a creer que sería una tarde de recuerdos entre tus ojos fríos y los míos. A creer que no saldrían palabras de tu boca que fueran dedicadas a mis oídos, y que tu indiferencia hacia mí seguiría siendo la única relación que nos uniría. Pero también me equivoqué. De repente cambió todo. Te acercabas como si nada hubiera pasado y como yo llevaba pidiéndote desde aquel día en el que cambiaste mis esquemas drásticamente. Y me diste la normalidad que necesitaba. Y vinieron las sonrisas de complicidad, los gestos de confianza y las bromas que me decían que tú habías vuelto a ser . Y de ser el ser más pequeño e insignificante del planeta, pasé a tener la sonrisa más radiante del mundo gracias a la normalidad que esta vez, sí era normal.
Te quiero, un día veinticuatro como hoy.

5 comentarios:

  1. A veces subestimamos y otras veces sobreestimamos las fuerza de los sentimientos. Lo mejor es subestimar. Me ha encantado :). Un abrazo!

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  2. Parece una tontería la normalidad, y qué pocas veces se encuentra... Qué bonito que encontraras así, de repente y sin esperarlo, un día tan especial. ¡Que sea preludio de muchos así! Y, por supuesto, ¡feliz Navidad!

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  3. Manu, es verdad. Pasa lo mismo con los sueños y las pesadillas. Si lo piensas bien, es mejor tener pesadillas para que, cuando te despiertes, te alivies de que no pasó. Ahora que, cuando sueñas, te despiertas con la sensación de que ojalá pasara de verdad...
    Muchas gracias :D y feliz Navidad! Un buen abrazo. ;)

    Juan, a veces la normalidad es lo menos normal. Me arriesgaría a decir que casi siempre...¡Espero que se cumpla lo que dices! Te deseo una feliz Navidad a ti también y un abrazo muy fuerte ! :D

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  4. No olvides que sigo al pie del cañón! :)
    Muy feliz navidad!

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  5. ¡Marcos :D!
    Espero que eso de que sigues al pie del cañón no sea una inocentada.
    Me encanta verte por aquí. ^^
    ¡Muyyyy felices fiestas!
    Un gran gran abrazo.

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