Hoy mis ganas me sirven mi plato diario de recuerdos. Sonrisas con cada cucharada que contiene un beso por cada paso que dábamos. Mastico bien cada te quiero y saboreo muy bien el principio esperanzador que decía que estar mejor era científicamente imposible. Mirada perdida con cada trago, cada vez que tus caricias atraviesan mi garganta recordándome cuando ellas mismas paseaban por mi cuello. Mi plato diario de recuerdos, condimentado con confianza, tus abrazos y tus besos, calles de Madrid y una pizca de verano. Mi plato favorito. Nuestros recuerdos y lo que hace que seas mi razón para todo. El plato que como cada día y que me repite a todas horas. Los besos que me dabas cada hora y los abrazos que necesito cada segundo. Tu recuerdo que me alimenta siempre y tú, que no llegas nunca.
Alimentándome de recuerdos ya que no queda presente en la nevera. |
Pues y que presentes no te quedan en la nevera, te diré que el futuro te va a saber mejor que el pasado. Te echaría la bronca por querer más de lo que te quieren, pero no puedo. Porque, en el fondo, soy igual y por lo de siempre, porque escribes maravillosamente bien.
ResponderEliminarJuan, no te creas, ya me echan la bronca por eso y por no querer darme cuenta de las cosas...y con razón.
ResponderEliminarMuchas gracias, por lo de siempre :)
Gracias, gracias y gracias.
¡Un gran abrazo!
Vaya, desayunamos lo mismo. Alomejor no es un desayuno tan sano. :)
ResponderEliminarDefinitivamente no es el más sano, aunque estoy muy enganchada a este plato. ¡Creo que tendremos que cambiar de dieta!
ResponderEliminarUn abrazo Manu :)
Qué bonita es esta entrada! y qué triste alimentarse de recuerdos.
ResponderEliminarEngulle el presente que no se te escape!
Un beso ^^
Imaginativaaa :D ¡gracias!
ResponderEliminarEl presente lo engullo muy muy rápido...sin apenas masticarlo porque sólo quiero tragarlo sin saborearlo bien. No hay sensaciones...es insípido.
Gracias de nuevo, y otro para ti. ^^