No sabía que un cuerpo pudiera ser adictivo. No conocía el sentimiento de necesitar algo para que un estado de ánimo viva con establidad. Y no creía que tu esencia llegara a tener tanta fuerza sobre mí. Pero la tiene. Como un entrecot para un muerto de hambre o un cigarrillo para un fumador compulsivo. Y he pensado en autosecuestrarme para que vengas a rescatarme, que me desates, me abraces y nos mezclemos hasta no saber si tus manos son las mías o tus besos forman parte de mi cuerpo o de tu boca. Hasta que seamos sólo piel y mis pelos como escarpias se metan en tus poros. Que encajen. Que se sellen y que no sepan separarse. Que no aprendan a vivir solos. Que no haya camisetas ni abrigos que nos roben espacio y cuya ausencia permita al vello de nuestros conocidos brazos que se toquen y se relacionen. Se pregunten por sus vidas y se sonrojen con cada caricia fortuita. Y que provoquen que toda yo tenga mono de ti. De todo tú, te, contigo.
Tuya sólo para ti. |
Es precioso! Me ha encantado, enhorabuena!
ResponderEliminarTe sigo, entonces.
Un beso desde http://losmuertospuedenbailar.blogspot.com/ :)
Por cierto, me encanta el diseño de tu blog, muy dulce.
<3
Muchas gracias :) ¡Bienvenida!
ResponderEliminarMe pasaré por allí yo también ^^
Un beso.
muy intenso, perfecto...salvo por unas palabras que no entendí... :-P
ResponderEliminarComo diríamos por acá al leerte "a la qué templada!"
Vaya muchas gracias! :D Y.. ¿qué palabras son esas?
ResponderEliminarY...también...¿qué significa esa expresión? ^^
Muchas gracias ! :D
Un beso.