Seguidores

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Setentayseis.

No sabía que un cuerpo pudiera ser adictivo. No conocía el sentimiento de necesitar algo para que un estado de ánimo viva con establidad. Y no creía que tu esencia llegara a tener tanta fuerza sobre mí. Pero la tiene. Como un entrecot para un muerto de hambre o un cigarrillo para un fumador compulsivo. Y he pensado en autosecuestrarme para que vengas a rescatarme, que me desates, me abraces y nos mezclemos hasta no saber si tus manos son las mías o tus besos forman parte de mi cuerpo o de tu boca. Hasta que seamos sólo piel y mis pelos como escarpias se metan en tus poros. Que encajen. Que se sellen y que no sepan separarse. Que no aprendan a vivir solos. Que no haya camisetas ni abrigos que nos roben espacio y cuya ausencia permita al vello de nuestros conocidos brazos que se toquen y se relacionen. Se pregunten por sus vidas y se sonrojen con cada caricia fortuita. Y que provoquen que toda yo tenga mono de ti. De todo tú, te, contigo.




Tuya sólo para ti.
 

4 comentarios:

  1. Es precioso! Me ha encantado, enhorabuena!
    Te sigo, entonces.
    Un beso desde http://losmuertospuedenbailar.blogspot.com/ :)
    Por cierto, me encanta el diseño de tu blog, muy dulce.
    <3

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias :) ¡Bienvenida!
    Me pasaré por allí yo también ^^
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. muy intenso, perfecto...salvo por unas palabras que no entendí... :-P

    Como diríamos por acá al leerte "a la qué templada!"

    ResponderEliminar
  4. Vaya muchas gracias! :D Y.. ¿qué palabras son esas?
    Y...también...¿qué significa esa expresión? ^^
    Muchas gracias ! :D
    Un beso.

    ResponderEliminar

Pompas