Oscuridad de vértigo

Entre la oscuridad únicamente interrumpida por pistolas láser sentí el tacto que quería sentir. Las cosquillas que quería que me hicieran. El roce de manos que quería que me rozara. Entre risas y tacto . Sin necesidad de nada más. Luego vino la claridad y más tarde las alturas. Rodeado por mí, por uno de mis brazos y por todas mis ganas. Mientras mi otra mano acariciaba su nuca mis ojos no paraban de mirarle. Y él,mientras, apoyado en mi pecho y acariciando mi pierna. Dejándome olerle de cerca . Encajados como un puzzle. Muy cerca de él, sintiendo que volaba más allá de la realidad. Teniendo delante las vistas de Madrid y mariposas en la tripa que no eran provocadas por las alturas. ¿Mutuo? No lo sé. Y la verdad, no sé si quiero saberlo.