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lunes, 25 de abril de 2011

A mi bola

Llevo media hora asomada a la ventana. No sé,quizás esté perdiendo el tiempo. Lo que sí sé es que me encanta ver cómo el sol se esconde tras los edificios y el toque anaranjado que deja en el cielo a eso de las ocho de la tarde. Quizá tenga mejores cosas que hacer, pero es que me encanta ver pasear a los niños agarrando la mano de sus padres y escuchar el sonidito que hace el semáforo al ponerse en verde. Abro la ventana y me dejo llevar por el viento. Me empuja muy despacio hasta que la cama frena el recorrido y me dejo caer con los brazos extendidos sobre la colcha verde pistacho. Parece que vaya a cámara lenta,como en esas películas en las que una pareja se abraza lentamente en un aeropuerto después de que él haya venido desde la otra punta del mundo.
Reboto dos o tres veces en el colchón y empiezo a reírme sin poder parar de no-sé-qué-cosa. Tras varias lágrimas y agujetas en la tripa,recojo todo el aire que las carcajadas han soltado y miro hacia el techo más relajada que nunca. Veo cómo las arañas que cuelgan de sus telas cuchichean unas con otras sobre mí,pero yo, todavía riéndome, pongo el volumen de la radio lo más alto posible y me subo a la cama empuñando mi arma : un plumero.
Lo siento chicas, necesito más intimidad.

2 comentarios:

  1. Jajaj ^^ tú con el plumero y yo con mi Capitán Araña exterminaremos a las pobres bichas!! :P
    Con esta entrada me pareció que te has sentido viva, que no siempre es fácil!
    Un beso^^

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  2. ¡No quedará ni una! ¡Muaaahaha!
    Sí,la verdad sea dicha,estoy más viva que nunca,y espero que se note :P
    Mil y una gracias !
    Un beso enrome :D

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