Despertar(te) quiero.

Cuando sólo tu presencia consigue que mi estado de humor gire por completo. De estar boca abajo a estar boca a boca. Cuando incluso a la luna se le nota la alegría y veo su sonrisa desde lo lejos porque sabe que te acercas. Que estás a unos treinta metros de mis manos. Que sólo un par de vallas nos separan y algún que otro ladrillo me impide verte dormir. Y ¿despertar? No he tenido obstáculos. Sentada en tu cama, dedicarte la primera sonrisa de la mañana y que sea mi cara la primera a la que mires. Mi piel la primera que toques y que mis ojos sean el espejo donde mires tu carita de dormido. Y acariciarte. Una y otra vez. Hasta que tu olor quede soldado a mí y nunca desaparezca de mi alcance.

Soñaré todas las noches que eres tú quien me despierta.