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domingo, 28 de agosto de 2011

Mi cuello te llama a gritos y le atiendes como él quiere. Silencios que lo dicen todo y miradas que chillan. Que comen y ven a través de la piel. Que adivinan lo que pienso y que cumplen mis deseos más cercanos. Más tuyos. Y me da miedo despertar. Me da miedo abrir los ojos y no verte mirándome. Así que los voy a cerrar y voy a creer que mi nariz está a un milímetro de la tuya. Que en cualquier momento voy a oír cómo te ríes y que me vas a dar un abrazo de esos que tanto sabes que me gustan. Y mientras los cierro, voy a saborear mis labios para recordar lo bien que sabes. Para oler mi ropa y saber que estás aquí sin que estés. Para saber que en unas horas te volveré a ver y que no es fruto de mi imaginación. Que es más verdad que nunca. Que estoy más feliz que siempre.

Hasta mañana no. Sin límite.


2 comentarios:

  1. Sin duda esta entrada, a mi entender, representa todo ese cúmulo de emociones que se dan al principio de cada historia de amor. Un poco de confusión, melancolía, duda, nostalgia, mezclado con alegría, ilusión, euforía e incluso lujuria.
    Muy bonita. :)

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  2. Perfectamente captado y nunca mejor descrito. :)
    Muchas gracias Manu. ^^
    Un beso.

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