Ciento setenta y una velas apagadas. Dieciocho sueños pedidos. Una única sensación al sentir que hoy es mi día. No sé si soy mayor que ayer . Incluso que hace un minuto. Me miro en el espejo y veo que sigo siendo la misma. Me descoloca saber que hoy me llaman adulta y que ayer era una simple adolescente. He debido de madurar mucho en sesenta segundos para que hace un minuto no me dejaran firmar un documento o conducir un coche y ahora sí pueda. Feliz por estar con la gente a la que quiero. Agradecida por cada momento y cada lágrima que ha sido secada por sus manos. Las de mis padres. Las de ella. Por cada una de las sonrisas que me han dedicado y por la miradas de plena confianza . Hay más gente,claro. Más familia y más amigos. Y también les regalo un gracias. Así que voy a cerrar los ojos. Cogeré aire y soplaré bien fuerte sobre velas llenas de deseos.
¡Felicidades!
Muchísimas felicidades! Dieciocho sueños perdidos? Simplemente aún no cumplidos^^ Tienes toda una vida por delante para hacer realidad esos y todos los demás que te propongas.
ResponderEliminarBesos!!!
(Soy Imaginativa, otra vez blogger está rebelde sin causa)
¡Muchas felicidades! Espero que se cumplan los deseos, que sigas soplando muchas velas y que te lo pases genial en tu día. Si tú eres tú, no cambia nada con el paso de los 17 a los 18, y ya verás que tampoco de los 19 a los 20. O de los 29 a los 30.
ResponderEliminarImaginativa: ¡Pedidos! Jajaja :P La verdad que no sé si perdidos o no,porque sinceramente no recuerdo los deseos que pedía al cumplir cinco años..ni seis...y tampoco dieciséis :S El que sí recuerdo es el que he pedido hoy...¡Muchísimas gracias por tu felicitación!
ResponderEliminarUn beso.
Juan: ¡Muchísimas gracias! Sí,eso es verdad. Soy yo,y seré yo ,siempre. :)
Gracias de nuevo,y ¡un beso!