Seguidores

jueves, 30 de junio de 2011

Quizás por tiempo, por falta de ganas o por no encontrar el libro adecuado. O alomejor todo a la vez. El caso es que hacía mucho tiempo que no sentía cómo mis párpados aumentaban su peso a las tantas de la madrugada a medida que las pupilas se deslizaban por las letras de un buen libro. Saber que no tengo por qué mirar ningún reloj y que la prisa no me presiona. Tranquilamente,tumbada en mi cama acariciando cada hoja con suavidad. Observando cada tilde y cada punto y seguido. Colocarlo con cuidado entre mis manos y meterme de lleno en la historia. Llamo libro al objeto compuesto de más de cinco sentidos y lleno de sueños en sus esquinas dobladas. Y dejo atrás los libros de texto que me han ido pesando en la mochila cada mañana y cuyas letras he tenido que grabar en mi memoria o estamparlas en mi cerebro cuando algún concepto se me resistía.
Cuando era pequeña no entendía por qué mis amigos se alegraban cuando en sus cumpleaños les regalaban libros. Yo asociaba los libros con el colegio y sentía que leer era una pérdida de tiempo pudiendo divertirme con juguetes. Pero ahora lo entiendo. Lo entiendo muy bien.

2 comentarios:

  1. "Llamo libro al objeto compuesto de más de cinco sentidos y lleno de sueños en sus esquinas dobladas"

    Genial!!
    Leer un buen libro, evadirte del mundo soñando despierta es una sensación muy agradable.

    Un beso burbuja!

    ResponderEliminar
  2. :D Sí Imaginativa, y me alegra volver a sentirlo. No dejaré que pase tanto tiempo hasta el siguiente libro...¡lo prometo!
    Muchas gracias :D
    ¡Otro para ti !

    ResponderEliminar

Pompas