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viernes, 22 de octubre de 2010

AIRE

Está sentada en uno de los dos asientos del viejo columpio,situado a cien pasos de la casa. Ese lugar es el único capaz de hacer que la tranquilidad se siente junto a ella,ocupando el columpio que queda libre. Cada tarde, a la hora exacta en la que el sol empieza a perder fuerza cobrando un color anaranjado, se reune allí con la soledad,su mejor amiga.Comienza a balancearse,cogiendo una altura considerable que le permite ver el paisaje,el cual cada día parece más bello aun siendo siempre el mismo, de una forma plena.Cierra los ojos.Respira un aire especial ,lejos del que se encierra en el interior de la casa,lleno de rencor y discusiones diarias. Su pelo ondea, soltando olor de serenidad. Inspira y espira con fuerza,como si de su último aliento se tratase.Sólo oye el sonido de las cadenas del columpio ,acompañado por el sonido de su propia respiración,que va aumentando por momentos.Se siente como un pájaro,capaz de echar a volar de un momento a otro para esconderse en el lugar más recóndito del mundo,ajena a todo,para sólo quedarse junto el aire que respira,ese que únicamente ella conoce a la perfección.

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